
Vuelvo de mi primera clase de stretching con varias conclusiones
1) no soy capaz de desconectarme ni una horita, que ya estoy pensando la clase en términos de cómo redactarlo por escrito acá.
2) toda profesora de stretching es sádica, perversa y asesina en potencia. Confirmado: nos odian y quieren que nos anudemos con nuestros propios brazos y piernas y muramos.
3) peor combinación para ejercitarse que la mía hoy no es posible: sin nada para atarme el pelo (mientras mi gomita violeta preferida se mata de risa acá al lado del mouse), la malla puesta porque pretendía ir a pileta después (muejejeje, gracias que pude volver a mi casa caminando estas 4 cuadras), sin botellita de ningún líquido (ya que quise llegar temprano, pero no así la “profe”, que se tomo sus 20 minutos de demora, y yo deshidratándome. sirva para reafirmar el punto 2).
4) definitivamente soy una persona de aptitudes intelectuales y no así físicas: no soy capaz de seguir más de una consigna a la vez, la indicación nº 2 anula mi atención de la nº 1 y así sucesivamente: el “respiren hondo” provoca que deje de hacer el ejercicio; seguido de “estiren el dedo gordo”, que hace que deje de respirar (hasta que me lo indiquen de vuelta). Además, no sé copiar posturas en espejo, siempre termino sola para el otro lado que el resto. Y tiendo a olvidarme qué lado ejercité y siempre sospecho que termino repitiendo y nada de intercalar.
Otra cuestión es que no sé bien los nombres de los músculos... eso o estoy haciendo todo tan al revés que cuando dicen “sienten cómo se estira el glúteo” a mí efectivamente me duele cualquier otra parte!
Por último, no veo bien y nunca sé si me está mirando a mí cuando dice “muy bien, muy bien” (quiero creer que sí, minga de hacerme lentes de contacto!); y pese a tener buena audición, no sé distinguir sonidos y la música se superpone a las indicaciones (o tal vez la indicación era “take my breath away”... tiene sentido ahora que lo pienso!!).
Dejo de escribir, porque así no puedo llorar y quejarme de que las viejas de al lado hacían todo bien mientras yo me acalambraba y las miraba.
Ah! faltó decir que me duele todo y creo que mañana no voy a poder ni abrir una puerta. Bueh, ventajas de laburar desde casa y con la compu es que no debo abrir muchas puertas... maldición! deberé buscar otra excusa :D