lunes, 31 de agosto de 2009

Simpáticas nimiedades de la vida burocrática, II.

He descubierto que soy el único animal que se tropieza dos veces con el mismo...edificio.
Ya me parecía que había algo raro cuando me bajé del colectivo y al ver el edificio tramiteril tuve como un dejavú...algo me avisaba mi memoria, pero...ya estoy acostumbrada al método de prueba y error, así que entré nomás y me recorrí vastos pasillos hasta que una voz del otro lado del escritorio me recordó que me había confundido de edificio de nuevo, igual que el año pasado...En fin, con razón este trámite me lleva tanto tiempo...