lunes, 16 de agosto de 2010
Puedo escribir las prosas más crueles esta noche
Y voy a aprovechar para destilar todas las teorías conspirativas más maquiavélicas que he almacenado estos últimos meses. HOY.
Porque YO SE QUE ME MIENTEN. Ya sé muy bien que la famosísima internacionalmente "noche porteña" es un bluff. ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO. A quién no le dijeron alguna vez: "¿salís hoy?", con cierto sarcasmo, al verte conectada un sabado a la noche, como si fuera pecado mortal quedarse en casa sin programa. A mí, muchas veces. Porque resulta que la gente en Baires es salidora ¿vio?, es un mandato social que se paga cuando te acusan de vieja chota, aburrida y amargada. Pero ahora, confirmo y asevero que yo sé que me mienten. Descubrí su coartada, no lo oculten más, no engañen más a turistas incautos!!! La gente sale, solo para decir que salió, PERO NO SE DIVIERTE. Ergo: ¡¿PARA QUE CARAJO SALENNNN?!
Y nuestra investigación fué exhaustiva, no nos vengan con que no buscamos suficientes evidencias!!!
La de hoy, la más contundente. Luego de una ardua semana laboral, ¿que mejor que recompersarse reventando el fin de semana? (aunque nadie sospecharía que terminaría siendo nada más que un globo pinchado) Taantas invitaciones virtuales de gente supuestamente divertidiiiisima, de esas que ostentan una vida social mucho más amplia que el resto de los mortales, que tienen un montón de fotos para subir a facebook (ya descubrimos también que la gente en las fotos parece más cantidad de lo que efectivamente era in situ), que ama la noche porteña, la música, y tiene tanto estilo que se encarga de vendérselo a otros; decidimos asistir a sendas fiestas latinas, de esas en las que el baile es un "must" inevitable, y en las cuales viviríamos una auténtica escena de película, mínimo como Olivia Newton John en "Saturday Nigth Fever", o mucho mejor aún, como el tango de la muerte de Lisa Simpson.
Pero nada de eso ocurrió, porque resulta que nos dimos cuenta con nuestra propia aburrida experiencia, que una vez más, creer que lo que sucede en el cine puede ser real, es una fantasía peligrosa, lo mismo que creer que la gente que sale se divierte.Así seguimos demitificando a la noche porteña y suburbana: ¿quien dijo que a las 4 de la mañana la noche está en pañales? Falso, salvo que no estemos hablando de los pañales que se usan tanto al principio de la vida, sino más bien al final. La gente, cual jubilados, llega a la una y se va a las 3, como para cumplir con el trámite y luego contar que salieron por ahí el lunes en la oficina (y se van solosss! yo los ví!) Luego, en famosísimo y legendario boliche latino, seguimos con la sarta de desilusiones: la gente baila un montón: los que se conocen. Grupos de amigos, profesores de baile y alumnos, novias con novios, hasta novios con novios...todos, menos nosotras, las pandoras intrusas, y otro gran grupo de inpávidos que irán a mirar como se divierten los que bailan, con un vaso en la mano, para decir una vez más el lunes en la oficina que salieron el fin de semana (aunque lo único que hagan es ocupar cual tótems el poco espacio disponible)... pero que no muera la esperanza!: para que los nuevos nos sintamos plenamente integrados, se nos ofrece fantástico espectáculo sin escenario, en el medio de la pista diminuta e imposible de ver, dado que media entre los espectadores y los bailarines una muralla de amigos y alumnos admiradores que vinieron a aplaudir a los danzantes para que no se sientan solos, y por supuesto, tampoco bailan, sumandose a la vasta troupe de inútiles con el vaso en la mano y ahora gritos estridentes, cámaras de fotos y empujar para ver algo.
En fin, una vez más "esto no nos puede estar pasando", no tuvimos ningún broadway en miniatura, ni nada que se le parezca, ningún John Travolta a la vista, pero sí un chocolate indirectamente proporcional a la diversión y unas ganas locas de escribir esto. La venganza será bloggeada, juramos: Sudaca, no vamos más!!!
Etiquetas:
espectaculos,
fiascos,
fiestas,
maldicion,
mujer moderna,
pesadillas