jueves, 20 de mayo de 2010

Tortura en el transporte público parte 2


Quién se iba imaginar que en medio del viaje en colectivo, alguien podria aparecerse para recordarme ciertas cosas que había logrado olvidar por lo menos ese dia...
El hombre subió contento al bus en el que viajaba camino a la oficina, con su guitarra en la mano y contando alegremente que de ese modo se ganaba la vida. Algo me decia que el viaje podría llegar a tener un final trágico...
Traté de ignorarlo, asi que me puse a mirar por la ventana hasta que anunció que iba a cantar. Pensé: " seguro que es la bamba" y hasta revoleé los ojos medio fastidiada. Pero no era. No se trataba de ninguna canción de simples palabras que rimasen y no tuvieran sentido.NO. Era una de esas melódicas, "esa" que el responsable de las cosas que habías logrado olvidar, te dedicaba, te regalaba o lo que es peor, te cantaba. De pronto cada palabra pronunciada suena como una puñalada y te hace recordar el motivo que te tenía mal y habías logrado olvidar hasta que el inoportuno juglar, viene a recordártelo. Y no de cualquier modo. Del modo mas perverso. El muy desconsiderado pronuncia cada palabra hiriente con una sonrisa y te mira y te canta... y es ahí, justo ahí, cuando aparece en la mente una carta dirigida a un tal " sr juez" con dos posibles explicaciones del hecho...
En ese momento me arrepenti de no haberme puesto el mp3 para desgrabar una entrevista de hora y media al afectado por inundaciones en Sta Fe, despues pensé al mejor estilo cossa nostra cómo hacer que deje de torturarme y desaparezca del bondi... Luego reflrexioné y me decidí por una catarata de maldiciones, y de inmediato terminé con la tortura bajándome en la siguiente parada. Si me hubiera quedado, mi destino de llegada no hubiera sido la oficina, sino Ezeiza.