jueves, 22 de julio de 2010

Soy esa extraña damaaa

De como una simple ida al supermercado chino con tu madre puede devenir en hilarantes posteos...
Valga la previa aclaración que mi madre aprovecha las pocas oportunidades en las cuales andamos juntas por el barrio para presentarme, o bien, hacer que me recuerden, todo tipo de señoras mayores ("que grande está la nena") o también comerciantes varios ("esta es mi hija la mayor") pero ésta vez, la cosa se puso un tanto tendenciosa: "Esta es mi hija, la vegetariana" apuró a presentarme al verdulero en sociedad...(no sé porque se me ocurre que mamá y el verdulero han hablado de mí en reiteradas oportunidades)
Luego de saludar al verdulero "Encantada, yo soy la rara avis" y alejarme a buscar el arroz, mientras me preguntaba porque no elegía cualquiera de mis otras características para presentarme, los escucho reír alegremente, ante el comentario del señor verdulero "con razón conserva la figura" (seguimos con los prejuicios y van... o a lo mejor cambié de rubro...¿del carnicero al verdulero?)
Sólo me resta por decir, que ser vegetariano en Argentina, al final no sólo es de vanguardia, sino un apostolado que te convierte, una vez más, en una falla del sistema. Dios y la patria ganadera me lo demanden!